Son muchas las estrategias
que desarrollamos al vincularnos en la red. Fundamentalmente apelamos a la
capacidad de transformar la información en conocimiento y un paso más…
compartirlo. Y compartir es el espíritu de la Web 2.0, acción que llevamos a
cabo mediante los servicios que nos permiten reunir la información relevante
sobre un tema y compartirla.
Pero la riqueza de este
entorno reside en las intervenciones que llevamos a cabo en los contenidos que
compartimos y en este punto, estamos en la puerta de un nuevo concepto: la
curación de contenidos.
Juan Arellano en su publicación
cita la definición de Sergio Ortega:
“La curación de contenido se
entiende como la capacidad por parte de un sistema o del ser humano de
encontrar, organizar, filtrar y dotar de valor, relevancia, significatividad,
en definitiva, de utilidad el contenido de un tema específico que procede de
diversas fuentes (medios digitales, herramientas de comunicación, redes
sociales…).”
Aquí podemos advertir
claramente que “curar contenidos” excede al mero hecho de compartir links y
ante todo la figura del curador se emparenta con la de un especialista.
A riesgo de caer en la intoxicación,
la curación es la alternativa “saludable”. Reunir contenidos relativos a un
tema en un sitio, es una acción que veníamos desarrollando con herramientas
como del.icio.us conocido marcador social. Pero en la curación afinamos el
filtro y seleccionamos los de mayor relevancia.
Con suma claridad, Romain
David grafica el proceso mediante el cual se llega a la curación a través de
cinco etapas, expresándolo en forma de pirámide:
En donde, partiendo de la base, nos encontramos con:
1) Consultar. En esta etapa realizamos la mera búsqueda
de contenidos mediante buscadores como Google.
2) Compartir. Los resultados de nuestra búsqueda
anterior son compartidos en espacios como por ejemplo Facebook o Twiter, en
donde podemos re transmitir la información.
3) Comentar. Al compartir podemos añadir nuestros
comentarios, dándole nuestra mirada personal sobre el tema.
4) Producir. Podemos producir nuestros propios
contenidos, con herramientas como Youtube o Blogger.
5) Curar.
El tema está instalado en el escenario del debate, acerca de
qué y cómo curar. La clave estaría signada por el valor agregado que el curador
especialista el sume a esos contenidos que ha moldeado y sobre todo ha difundido.
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